sábado, 20 de marzo de 2010

a la poeta descalza


Nudos de silencio. Asperos delirios de una amargura terrible que ata mis venas en lo más íntimo, Dónde está ese pedazo de deseo sanguíneo que dejé enrredados en cada uno de tus martirios? Desperdigaste entre nieblas, salpicando todas las paredes blancas de esta habitación, y tan solo te detuvise cuando ante mi siembra de fríos desconosolados, caminaste desolada encontrando una pequeña flor rosada, prendida, entre palabras, más nada. Tras de ti, te amarraron ellos por la espalda quitandote la respiración tenue, haciendo de ella, una historia de desniveles, rodeando tu flaca figura, como si en tu boca no cupiera nunca más un gramo de aire, robandote hasta la última amargura que del tiempo sabe, has llevado y llevas dentro, como un mar de lamentos, que solo tú sabes, pirómana descalza, novia sin velos, loca de celos que dibujas aire, aveces lleno de venenos que solo tú y nadie más que tu sabe.. mariposa en ambar, cuando abras tus alas, no sea yo quien vea el último día de tu sutil sueño desprendido de sus aguas... no sea yo quien desvele por ti un delirio, no sea yo, que en tu cuerpo de plata escriba cada una de las palabras sangradas, Oh desierta hada, la tempestad y la calma.. la tempestad y la calma..

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