domingo, 7 de noviembre de 2010

Visitando la civilización

Cuando Mani hubo abierto los ojos se encontró entre unos arbustos de un verde muy intenso, a pesar de estar entre ellos sus ojos casi de forma inmediata comenzaron a lagrimear pues en éste lugar todo parecía estar rodeado de una capa de aire sucio. Luego de unos momentos después de haber recobrado la conciencia logró estabilizarse e intentar caminar, el maullido de un pequeño gatito blanco la detuvo, éste la miró fijamente y le dijo: "Mani soy la gran Mani ésta es mi forma de acompañarte, de ahora en adelante quiero que me llames Ritmo yo me comunicaré solo contigo por medio de la telepatía" Entonces Mani comprendió y silenciosamente le tomó en sus brazos y comenzó a caminar.

Al comenzar a caminar se dió cuenta de que el suelo ya no era de arena, sino de un material que dañaba sus pies la gran Mani le mencionó: " éste suelo lo han creado para que sobre el avancen unos grandes cuerpos llamados automóviles, también los seres que viven sobre éste planeta utilizan algo denominado zapatos que ya los conocerás" Mani continuó caminando cuando comenzó a ver grandes edificios repletos de hermosas luces que resplandecían, eso maravilló a Mani puesto que nunca había visto nada similar. Ante la puerta de uno de esos edificios Mani un señor muy alto robusto vestido con un largo abrigo le preguntí: ¿Y tú quien o qué eres? ¿Por qué andas descalza en la ciudad, que acaso no sabes que te puedes lastimar? Mani quedó muda ante éste enorme ser, mientras el replico: Justo mi hija ha dejado éstos zapatos porque le han quedado pequeños, creo que a ti pueden servirte son del 7. Mani le miraba fijamene sin decir palabra alguna. El hombre busco los zapatos, Mani no comprendía muchos de los términos que el hombre empleaba pero sabía que lo que el le decía le sentaría bien en ese momento. Entonces calzó los zapatos y eran justamente de su medida aunque la sensación era nueva nunca Mani había usado algo similar. Ritmo habló con "Mani, dile Gracias a éste señor, esa es la manera de expresar la salud del gesto que ha tenido contigo". El hombre la miraba y en ese momento Mani le dió las gracias "Gracias". "¡Al fin dijo palabra!" expresó el hombre, y contento ingresó de nuevo al lugar que resguardaba.


Mani comprendió que en ese momento debía continuar el camino hacia la búsqueda que había emprendido.

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